Después de la conversación en casa de Angel, volví a la casa. Ya estaba amueblada completamente pues ya lo había hecho hace unos días.
Me tumbé en el sofá. Las grandes cristaleras dejaban entrar el sol y yo contemplaba el cielo y la naturaleza. Vivía en una casa a las afueras de la ciudad. Rodeada de bosques y cerca de un Lago.